Crónicas sobre Working JIIFF 2024

DÍA 1

Escribe: Nicolás Medina

El José Ignacio International Film Festival (JIIFF) inauguró con entusiasmo su espacio de industria, el Working JIIFF, desplegando un día repleto de actividades que se erigieron como un verdadero festín de creatividad y conexiones en el mundo del cine. El primer día, dio paso a los participantes de JIIFF LAB y U30 Latam, espacios que se convirtieron en escenarios donde diferentes actores de la industria del cine, tanto emergentes como profesionales, se encontraron para explorar, aprender y colaborar.

El JIIFF LAB, concebido para productores y directores de cine de ficción de Iberoamérica e Italia, emergió como un laboratorio donde la orientación de tutores profesionales se fusionó con la diversidad de proyectos seleccionados. Es importante destacar que el espacio cuenta con la participación activa de IBERMEDIA — la cual extiende la convocatoria a España, Italia y Portugal —, lo cual amplía las fronteras de este espacio de inspiración y trabajo.

Las clases magistrales y la interacción con tutores internacionales posicionan al JIIFF LAB como un punto de encuentro interdisciplinario. La colaboración entre siete proyectos seleccionados, incluyendo tres provenientes de Uruguay, dos de Argentina, uno de Colombia y uno de República Dominicana se gesta como un fundidor de ideas donde la magia del cine se entrelaza con estrategias concretas de guion, dirección, financiación y coproducción.

El día inaugural se desplegó con encuentros en espacios únicos, cada uno diseñado para inspirar la creatividad y la colaboración. En Casa Neptuna, los participantes del JIIFF LAB se sumergieron en un encuentro con Vincenzo Marra, experimentando devoluciones fundamentales y reflexiones sobre guiones, distribución y casting. Imbuido por su amor apasionado por el fútbol y su devoción al Napoli, Vincenzo Marra se sumergió en la lectura detallada de cada proyecto presentado, desplegando una dedicación excepcional al proporcionar devoluciones meticulosas a cada equipo. Centrando su análisis en el guion y los elementos clave a resolver para que cada proyecto funcionara, Marra trascendió la noción de la película como un ente aislado.

En sus comentarios, destacó la importancia de considerar la audiencia, las posibilidades de distribución y la conexión intrínseca entre la etapa de desarrollo y la futura proyección de la película. El cineasta también se detuvo en la crucial elección del casting de cada película, destacando la importancia de adaptarse a actores profesionales o no actores según la naturaleza única de cada proyecto. Fomentó el trabajo de campo y la investigación como elementos complementarios e indispensables en la escritura del guion. Las devoluciones de Marra, respaldadas por su vasta experiencia en la industria, se caracterizaron por su honestidad, respeto y un toque de humor que resonaba con su personalidad napolitana. Su enfoque no solo instruyó a los participantes, sino que también generó un ambiente amigable y colaborativo en el JIIFF Lab. Al resaltar la oportunidad brindada por el JIIFF Lab, compartió su propia perspectiva al afirmar que "Esto hubiera sido una gran oportunidad" en sus inicios en el cine. Abogó por ver el cine como algo práctico, comparándolo con un deporte que requiere práctica y esfuerzo, e instó a los participantes a "complicarse la vida" en el proceso de hacer cine, indicando que la complejidad puede ser la chispa creativa necesaria. Cerró el encuentro con una reflexión, aconsejando a los presentes que "no corrieran el riesgo de no correr el riesgo", subrayando así la importancia de asumir desafíos en la búsqueda de la excelencia cinematográfica y, en última instancia, Vincenzo Marra dejó claro que, para él, la fuerza motora del cine emana, ante todo, del corazón.

Las sesiones no dieron tregua y, tras la participación de Marra, la batuta pasó a Santiago Amigorena, quien desplegó su vasta experiencia internacional para enriquecer aún más el proceso de desarrollo de proyectos en el JIIFF Lab.

La horizontalidad con los participantes pareció un concepto clave para Amigorena, y se transformó en un catalizador para diálogos relevantes y estratégicos entre los productores y directores. Al igual que Marra, Amigorena no solo estaba al tanto de cada proyecto, sino que también se encargó de hacer devoluciones meticulosas a cada uno.

Enfocándose en el corazón de la narrativa y en lo humano detrás de cada historia, Amigorena dirigió su mirada al guion y al desarrollo de personajes, desentrañando las capas que componen una historia impactante. Su experiencia internacional, un activo invaluable, se manifestó al aconsejar estrategias de coproducción, financiamiento y participación en mercados cinematográficos globales porque lo que más quería de este laboratorio es “que todas estas películas se hicieran”.

El encuentro, a su vez, trascendió los límites de las sesiones programadas, ya que su genuino interés en los proyectos llevó a interacciones continuas una vez terminado el encuentro.

Mientras tanto, en Las Musas, se daban los primeros pasos del espacio U30 Latam, el cual respaldado por la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ACAU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), inauguró su programa de formación en colaboración con el Industry Academy del Festival de Locarno. Diseñado para jóvenes profesionales menores de 30 años involucrados en ventas internacionales, marketing, distribución y programación cinematográfica.

La diversidad de participantes, tanto de países latinoamericanos como de Uruguay, enriqueció las conversaciones sobre el futuro de la industria cinematográfica. La primera sesión, dirigida por Violeta Bava y moderada por Marion Klotz, no solo exploró la distribución y exhibición e invitó a los participantes a pensar el cine y las audiencias del futuro, sino que también propuso, luego de las anécdotas de Bava sustentadas por su larga y tendida trayectoria y experiencia en festivales de cine, que los festivales de cine generan un sentido de pertenencia, tienen y hablan de una identidad determinada, del cine, de los autores y del lugar en donde se llevan a cabo.

Los participantes de U30, naturalmente más efervescentes en comparación con los productores y directores del JIIFF Lab, se sumergieron en animados intercambios con Violeta Bava. Este diálogo no fue simplemente una conversación, sino más bien un debate vibrante donde compartieron sus experiencias, exploraron las dificultades que enfrentan en los circuitos de exhibición y distribución, y diseñaron estrategias ingeniosas para abordar los cambios inherentes a los avances tecnológicos, sociales y culturales.

Las Musas, con su arquitectura poética y entorno sereno, se convirtió en el lugar perfecto para el almuerzo, donde las mentes creativas del JIIFF LAB y U30 Latam se fusionaron con tutores, organizadores y amigos del festival. Este espacio no solo alimentó los cuerpos con una exquisita comida, sino que también nutrió la construcción de redes profesionales y amistades duraderas.

El primer día del Working JIIF culminó con un Cocktail de apertura en Posada Paradiso, auspiciado por la Embajada francesa y con la presencia del embajador Jean-Paul Seytre. Este evento reflejó la importancia de la conexión y la colaboración en el cine, brindando un cierre festivo que resonó con la energía y la emoción de un día repleto de intercambio y creatividad.

Working JIIFF es más que una serie de actividades; es una especie de viaje donde la creatividad se fusiona con la experiencia, donde la diversidad se encuentra con la colaboración, y donde el presente del cine abrazó con entusiasmo a su futuro prometedor.