Crónicas sobre Working JIIFF 2024

DÍA 4

El domingo por la mañana llegó el cierre definitivo del Working JIIFF 2024. La jornada tenía como centro el cierre de las actividades para Generación J y la posterior entrega de los diferentes premios otorgados tanto a las películas programadas en el festival (tanto largos como cortometrajes), y a los participantes del JIIFF Lab y de Generación J.

Las cinco duplas de productores y directores de Generación J, todos con proyectos emergentes, tuvieron la posibilidad de exponer no solo sus proyectos sino también los frutos cosechados bajo las minuciosas tutorías de Emiliano Mazza y Martha Orozco, y que fueron acompañadas por invitados destacados.

“Se propuso que los participantes de Generación J presentaran sus proyectos a diferentes comunidades. Por ejemplo, a diferentes players como puede ser la prensa, un agente de ventas o diferentes hacedores del cine, así que estos realizadores y productores uruguayos expusieron sus propuestas y en estas exposiciones surgieron también observaciones, críticas, análisis, todo para fortalecer el proceso de como presentar un proyecto.”

Pablo Mazzola – director de Working JIIFF

Para esto, y para seguir trabajando con la esencia colaborativa y de articulación que es una de las principales banderas del JIIFF, se invitó a los jóvenes de U30 Latam a participar de las exposiciones. Mientras los participantes de Gen J cubren la cuota de realización y producción, el equipo de U30 representa a la distribución y exhibición de cine. De esta manera, es que se complementaron dos espacios de formación diferentes, pero que se nutren y necesitan el uno del otro para existir.

La entrega de permios se realizó en el Parador La Huella, y nuevamente reunió a los participantes del Working JIIFF en su totalidad. Hay algo curioso y muy humano al respecto de esta entrega de premios, y es que no se caracterizó por emanar ningún tipo de aire de competencia real. La expectativa previa a la revelación de los ganadores siempre esta presente. Pero al observar alrededor, se siente una camaradería y una alegría honesta por el compañero. En cierta medida, es como si cada participante fuera consciente que el simple hecho de participar del JIIFF fuera un premio por sí solo.

Un reflejo de esto fue que incluso en un espacio no competitivo, como U30 Latam, los participantes se sorprendieron y alegraron al recibir un diploma que certificaba la participación en el Working JIIFF. En este marco, previo a llamar a sus tutoreados, Marion Klotz, quien los acompañó en todas las sesiones e instancias de debate, remarcó la importancia de que existieran este tipo de espacios.

“El trabajo de la gente que programa y distribuye cine tiene un trabajo importante. Es un trabajo creativo, es importante apoyar a las películas en su etapa de producción, pero también es importante apoyarlas en su etapa de distribución. Es muy importante que las películas encuentren su público, es espectacular ver que tanta gente se reúne a ver las películas aquí en un contexto muy hermoso, pero también hay que apoyar el cine, la diversidad y hay que buscar. El cine es un medio muy popular, compartido, y depende de donde uno viene puede emocionarse con una película y eso es el poder y la maravilla del cine. Y acá, en U30 Latam tenemos un montón de talentos, que no son productores o directores, pero tienen muchas ideas de cosas fantásticas y que nos ayudan a construir el cine que queremos ver”

Marion Klotz - Locarno Industry Academy Project Manager

U30 Latam fue sin dudas una de las mejores inclusiones por parte del equipo de Working JIIFF. La exhibición y la distribución son muchas veces, lamentablemente pasadas por alto en escuelas de formación relacionadas al cine y el audiovisual. Y en ese sentido el que existiera este espacio, en uno de los festivales de cine más importantes del Uruguay, y que, a su vez, contará con el respaldo y la participación de referentes dentro del rubro, resulta crucial y necesario. Entre risas y platos compartidos, en el último almuerzo en el Parador La Huella, tuvimos la oportunidad de charlar con algunos de los participantes y conocer más a fondo sus experiencias en el Working JIIFF 2024.

“El DETOUR tiene una pata muy fuerte que es promover a que se haga. Y ahí es donde encaja perfecto todo el tema de los espacios de formación. Justamente el Working JIFF a través de U30 Latam nos convoca a jóvenes a pensar el cine del futuro y nuevas audiencias, y eso es valeroso. Porque nos carga de responsabilidad, de pensar colectivamente donde está el “recambio”. Y es algo que se nutre de la experiencia de cada uno de los participantes, que estamos enfocados cada uno en una tarea distinta: distribución, exhibición, marketing, programación, y que a su vez es acompañado de tutorías que, si bien responden unitariamente a cada uno de nosotros, se nutre de lo colectivo. Ese espacio de reflexión se necesita, y ojalá existan muchos más, creo que de nuestra parte se agradece mucho a los que trabajan y apuesta por esto.”

Kaare Aguerre (Uruguay) – director y distribuidor del Festival de Cine Nuevo, DETOUR.
Participante de U30 Latam
“La experiencia en si nos planteó observar el ecosistema de la industria del cine de una manera tan completa y tan compleja a la vez, y la belleza de la experiencia y mucho de lo que surgió a través de los tutores que se nos acercaban y que venían de distintas partes de la industria, y escuchando las perspectivas a través de la historia y de los años recientes, surgió mucho esta idea de que quizás los festivales y el cine está en una crisis. Pero que siempre ha estado en crisis. Y que nuestro trabajo como diseñadores de audiencia, como promotores y programadores es encontrar la forma creativa de salir siempre adelante. De llamar a la gente al cine, de encontrar y traer audiencias, de crear puntos de encuentro y comunidad y potenciar el cine en sí. Y lo creativo que tenemos que ser nosotros no solo como creadores, sino como facilitadores de espacio.”

Juan Pedro Agurcia (Honduras) - director Artístico y co-fundador de Tercer Cine
Participante de U30 Latam

En otro rincón de La Huella, charlamos con Sebastián Múnera y Sebastián Martínez, participantes del JIIFF Lab, oriundos de Colombia, y para quienes probablemente la experiencia del Working JIIFF resultara más peculiar tomando en cuenta el enfoque internacional que implicaba para su proyecto y todo lo que giraba en torno a esto.

“Nosotros vinimos desde Colombia con nuestro proyecto “Meteorito”, y a nivel práctico nos quedamos con una posible y casi segura cooproducción con Uruguay. Pero eso es lo más lejano a lo que fue realmente importante. Que fue conocer en profundidad al grupo que se armó en el Working JIIFF. Conocer en verdad a quien hay detrás de los proyectos y sentir como que hay empatía y conexión con cada uno de ellos. Siento que ha comenzado una amistad con gente de Uruguay, Argentina, República Dominicana, y para mí eso es lo más valioso”

Sebastián Múnera (Colombia) – director de “Meteorito”
Participante de JIIFF Lab
“Ha sido muy valioso encontrar una lectura internacional sobre la película de personas que no se encuentran relacionadas directamente con una cultura colombiana, y encontrar esa lectura sobre la espacialidad que tiene nuestro proyecto y que dialoga mucho con el pasado y actos de la memoria colombiana. Y sobre todo pensar esto desde un público no colombiano. Las asesorías fueron un espacio muy directo, horizontal y con estas personas que nos ayudaron y que tienen una experiencia y una visión del mundo del cine muy amplia, y esto lo vemos como una catapulta para el día de mañana cuando la película esté en otra etapa. Ha sido muy bueno venir a Uruguay, José Ignacio es increíble y la gente ha sido muy cariñosa con nosotros.”

Sebastián Martínez (Colombia) – productor de “Meteorito”

Las últimas despedidas en José Ignacio entre participantes, tutores, y ahora también amigos, estuvieron cargadas de emoción y abrazos. Y es que la culminación del Working JIIFF representa más que la conclusión de una serie de eventos de formación o acompañamiento aislados; es el resultado de un extraordinario viaje donde convergieron la creatividad, la experiencia, la diversidad y la colaboración, de cierta manera es como si se hubiera tejido un tapiz que abraza con optimismo el porvenir del cine.

Todos lo sabemos, pero es prudente mencionarlo: El cine contemporáneo enfrenta desafíos y oportunidades complejas. La globalización y los avances tecnológicos han transformado la forma en que se produce, distribuye y consume el cine. La diversidad de voces y perspectivas se ha vuelto más accesible, pero al mismo tiempo, la saturación de contenido y la comercialización han generado inquietudes sobre la calidad y la originalidad. Y son espacios como los brindados en José Ignacio, los que pueden marcar un diferencial en este asunto.

Espacios como JIIFF Lab, Generación J y U30 Latam son fundamentales en este proceso de revitalización para el cine. Proporcionan un espacio interdisciplinario para productores, directores y profesionales emergentes. Y, a su vez, al enmarcarse dentro de algo más grande como lo es el JIIFF a secas, logra que este trascienda las fronteras convencionales de los festivales de cine locales, abriendo incluso sus convocatorias hacia el exterior, lo cual aporta miradas únicas a los participantes locales y lleva lo local al resto del mundo. La colaboración entre los diferentes proyectos y espacios representa una amalgama de ideas, pero es también una respuesta concreta a los desafíos actuales del cine, un cine cada vez más fragmentado por los diferentes agentes del sector. Y es por eso que el que se de una actividad como el Uruguay HUB Audiovisual entre la ACAU y el BFI, en José Ignacio, es más que acertado.

El cine no puede limitarse a una lógica puramente comercial; debe mantener su esencia artística y su capacidad de provocar reflexiones y debates significativos en la sociedad. Pero, sin embargo, es imperante dar cuenta de esta lógica que no deja de ser uno de los pilares sobre los cuales la industria basa su evolución.

La importancia de espacios como el Working JIIFF radica en su capacidad para contrarrestar ciertas tendencias que complejizan la producción y circulación del cine, algo que generalmente nos pega más fuerte en Latinoamérica, ofreciendo un espacio donde la creatividad y la originalidad son fomentadas y valoradas, en un entorno que inspira, que emociona, que interpela y que, sobre todo, nos hace amar al cine y valorar su capacidad transformadora.